(Y por qué está bien no hacerlo.)
Sí, admiramos profundamente el legado de María Montessori. Su enfoque en la autonomía, el aprendizaje activo, el respeto por los tiempos del niño y la preparación del ambiente son pilares innegables de una educación significativa. De hecho, consideramos que toda pedagogía moderna debería partir, al menos, de esa base.
Pero en Espacio Paideia, no creemos en copiar recetas al pie de la letra.
Creemos en evolucionarlas.
La estética no es la esencia
Hoy vemos cómo muchas propuestas “montessorianas” giran en torno a lo estético: ambientes neutros, tonos beige, juguetes de madera, muebles de líneas simples. Todo muy Pinterest-friendly, sí. Pero eso no es lo que define el método Montessori.
No es lo que lo hace valioso.
Es lo que era posible hace 100 años.
María Montessori usó madera porque no había impresoras 3D, ni plásticos duraderos, ni apps interactivas, ni juegos digitales con inteligencia artificial.
No fue una decisión mística. Fue una solución práctica.
Entonces… ¿por qué hoy seguimos enseñando como si nada hubiera cambiado?
La pedagogía no es dogma
Creer que hay que aplicar el método Montessori “puro”, como si fuera una religión, es un error pedagógico. Porque la educación no puede ser dogmática.
Debe ser adaptativa, crítica y flexible.
En Paideia, tomamos lo mejor de Montessori:
- El respeto por el ritmo del niño,
- El aprendizaje por descubrimiento,
- La autonomía y la autoevaluación,
- La preparación del ambiente como guía silenciosa.
Pero también lo actualizamos:
- Incorporamos tecnología con sentido pedagógico,
- Utilizamos metodologías basadas en evidencia como el Método Singapur,
- Apostamos por la neurociencia educativa, el pensamiento crítico y el diseño de experiencias personalizadas,
- Y diseñamos entornos que responden a la infancia de hoy, no a la de hace un siglo.
Combinar NO es traicionar
Hay quienes sienten que si usás Montessori, no podés usar nada más.
Como si combinar fuera un pecado capital educativo.
Pero la verdad es que ningún niño es igual a otro, y ningún método tiene todas las respuestas.
A veces, los materiales montessori no alcanzan para desarrollar el pensamiento matemático complejo. Ahí entra Singapur.
A veces, se necesita más flexibilidad que la que da un ambiente preparado al milímetro. Ahí entra la pedagogía activa.
A veces, el mejor estímulo es una app de simulación, o una experiencia inmersiva en realidad aumentada.
Adaptarse no es rendirse.
Es evolucionar.
Lo que haría María Montessori hoy
Nos preguntamos muchas veces:
¿Y si Montessori viviera en 2025?
¿De verdad enseñaría con torres rosas y letras de lija?
¿No estaría probando herramientas interactivas, programando sus propias apps, creando entornos híbridos donde convivan el objeto físico y la experiencia digital?
Estamos seguros de que sí.
Porque María Montessori no fue una purista.
Fue una revolucionaria.
Y como toda revolucionaria, estaría en la vanguardia, no replicando museos de su propia obra.
En Paideia…
No imitamos el pasado.
Diseñamos el futuro.
Nos basamos en lo mejor de cada enfoque, lo analizamos críticamente, lo combinamos con coherencia, y creamos un modelo propio: el Método Paideia de Especialización Temprana.
Una propuesta flexible, respetuosa, interdisciplinaria, y pensada para el mundo que viene.
Porque los chicos de hoy no nacieron para aprender como hace 100 años.
Nacieron para cambiar el mundo.
Y necesitan una educación a la altura.